¿Sabías que la apertura que tengas de merecimiento será directamente proporcional a lo que recibas?
En la vida nos planteamos necesariamente objetivos, hay muchas cosas que deseamos tener y alcanzar, y es natural que tropecemos con una serie de molestias, postergaciones, bloqueos y límites. Aunque ya es hora de saber que muchos de esos obstáculos ocurren porque no nos sentimos merecedores y nos autoboicoteamos.
La mayoría de estos problemas pueden resolverse a través de una auto observación consciente, y cuando nos decidimos a mirar dentro aquello que no sucede fuera, nos percatamos de que ese límite aparentemente impuesto por las circunstancias, ese algo que no nos permite llegar a lo que queremos, en realidad es un proceso interno, una Resistencia que viene de la falta de merecimiento, digamos básicamente que la resistencia podría formularse con la frase «No lo merezco”.
Trabajar el merecimiento es igual a trabajar la vasija receptora de todo lo bueno que anhelamos en nuestra vida.
Te imaginas como sería poder recibir sin restricciones ni miedos.
Podemos hacerlo juntos con el maravilloso entrenamiento que tengo en este capítulo para ti.